lunes, 19 de noviembre de 2012

POZO DE LAS NIEVES DE SALVATIERRA (2)


Los  arrieros,  dedicados  al transporte  de  esa  nieve,  estaban rigurosamente vigilados y bajaban la nieve durante el verano. Los precios eran exorbitantes: dos reales por libra ya en tiempos de Felipe II.
            El precio ordinario en el s. XVII, se mantenía alrededor de dos maravedís por libra, y hasta cuatro reales por carga. El 3 de Mayo de 1634 se fijó en un real por cuartillo el precio de la nieve en Hornachos. En 1819 se cobraban diez cuartos, 50 maravedíes, por cada libra de nieve en Villafranca de los Barros.


         El  hielo  llegaba a Badajoz desde  los  lugares  donde  la  nieve  era abundante, como Béjar (Salamanca) o el Calvitero, al norte de Cáceres.
         Los arrieros-"neveros" transportaban, en cántaros de barro protegidos por helechos y paja, cargas de nieve viajando por la noche para evitar en lo posible la licuación de tan delicado cargamento y recorrían una ruta que pasaba por Cañaveral, Garrovillas y Aliseda hasta Villar del Rey para terminar en Badajoz.
         Conventos, hospitales, casas particulares de importancia, y otros lugares, contaban con pozuelos para uso propio. La propiedad de los grandes Pozos de Nieve era, de ordinario, municipal, aunque su administración y gestión solía ser otorgada en arrendamiento a particulares, como otros servicios, por el sistema de la puja. En otros casos la propiedad de los almacenes de nieve y el derecho de su venta, correspondía a la Iglesia, las Ordenes Militares y también a particulares.


         Todo este negocio constituyó una red regional de casas de la nieve (que eran depósitos construidos en superficie) y pozos (que estaban total o parcialmente hundidos en el terreno). En ocasiones el depósito estaba en el casco urbano, como ocurría en Cabeza del Buey, o muy cerca, como en Salvatierra de los Barros, pero también podía estar a varios kilómetros en pleno campo, como el pozo de la nieve de Herrera del Duque o, incluso, en otro casco urbano. El pozo de la nieve de Badajoz estaba en Villar del Rey, pueblo encuadrado en la jurisdicción de la capital. Alberto Conzález afirma que además de en las localidades citadas, se han encontrado casas o pozos de la nieve de cierta entidad en Valencia del Ventoso, Mérida,  Zafra,  Llerena, Alburquerque, Hornachos, Zalamea de la Serena, Villafranca y en otros lugares. Los mejores conservados son los de Villar del Rey, Alburquerque y Salvatierra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario